...con estas palabras Luis Guerrero trasmitia toda la emocion en el facebook de una de las capturas mas memorables de barbo gitano que el haya realizado...
...a eso de las cinco de la tarde, volviendo sobre nuestros pasos hacia el coche que estaba a muchos kilómetros, comenzamos a ver hervir el agua.... burbujas de ciprínidos por todas partes. Cuándo menos me lo esperaba me encuentro a este animal, a un metro de la orilla soleándose¡¡¡ La orilla completamente despejada de maleza, el aire a favor, mi sombra no se proyectaba en el agua, caminaba por hierba, el agua un poco tomada, la ninfa de hundimiento lento, el bajo recién montado, etc etc. todo estaba en sus sitio... El corazón se me iba a salir del pecho porque sabía que si el lance no era prefecto el pez se iría y Dios sabe cuándo iba a encontrar otro pez así tan a tiro.Dos lances traseros y posada de la mosca a un metro de la boca del pez. Me quedo inmóvil y veo como el barbo avanza tranquilo hacia la mosca mientras ésta se hunde lentamente hasta que se paró justo encima e hizo una aspiración. Tiré de la caña hacia arriba y el pez reaccionó girando hacia su izquierda, hacia el centro del embalse. Abrió literalmente un agujero en el agua de un metro de diámetro. Ahí entendí que era realmente un pez muy potente. En ese momento comencé a llamar a Daniel para que se viniera corriendo a presenciar lo que podría se una pelea de las que se ven pocas veces en la vida. El pez me sacó sin parar un segundo toda la linea, el primer backing y la mitad del segundo, ojo, con el freno bien apretado¡¡¡ Al llegar al centro del embalse, a la caja del río, la cogió, como siempre hacen estos peces, y la siguió en dirección a la presa. Yo no podía hacer nada para pararlo. Gracias a Dios cuando me quedaba poca reserva se detuvo , pero no podía moverlo del sitio, a un centenar de metros de distancia. A partir de ahí comenzaron un sinfín de carreras imparables con cortos descansos que ya me dejaron claro que tenía opciones de hacerme con él. Estando a unos veinte metros de distancia subió a la superficie y pude ver su tamaño. Al poco lo pude acercar a la orilla y en unos minutos entró en la sacadera. Dani alucinaba por lo que acababa de presenciar y yo por que sabía que acababa de conseguir lo que llevaba tantos años soñando, dos décadas de mucho sacrificio en busca de estos peces que no terminaban de dar frutos. Un matiz a tener en muy en cuenta es que momentos antes acababa de sacar un carponazo y que Dani sacó treinta metros después un bass a mosca de 1,8 kilos. Para terminar os informo que hoy mismo he estado en el mismo sítio y no hemos pescado prácticamente nada... La pesca es así. MARAVILLOSA
...a eso de las cinco de la tarde, volviendo sobre nuestros pasos hacia el coche que estaba a muchos kilómetros, comenzamos a ver hervir el agua.... burbujas de ciprínidos por todas partes. Cuándo menos me lo esperaba me encuentro a este animal, a un metro de la orilla soleándose¡¡¡ La orilla completamente despejada de maleza, el aire a favor, mi sombra no se proyectaba en el agua, caminaba por hierba, el agua un poco tomada, la ninfa de hundimiento lento, el bajo recién montado, etc etc. todo estaba en sus sitio... El corazón se me iba a salir del pecho porque sabía que si el lance no era prefecto el pez se iría y Dios sabe cuándo iba a encontrar otro pez así tan a tiro.Dos lances traseros y posada de la mosca a un metro de la boca del pez. Me quedo inmóvil y veo como el barbo avanza tranquilo hacia la mosca mientras ésta se hunde lentamente hasta que se paró justo encima e hizo una aspiración. Tiré de la caña hacia arriba y el pez reaccionó girando hacia su izquierda, hacia el centro del embalse. Abrió literalmente un agujero en el agua de un metro de diámetro. Ahí entendí que era realmente un pez muy potente. En ese momento comencé a llamar a Daniel para que se viniera corriendo a presenciar lo que podría se una pelea de las que se ven pocas veces en la vida. El pez me sacó sin parar un segundo toda la linea, el primer backing y la mitad del segundo, ojo, con el freno bien apretado¡¡¡ Al llegar al centro del embalse, a la caja del río, la cogió, como siempre hacen estos peces, y la siguió en dirección a la presa. Yo no podía hacer nada para pararlo. Gracias a Dios cuando me quedaba poca reserva se detuvo , pero no podía moverlo del sitio, a un centenar de metros de distancia. A partir de ahí comenzaron un sinfín de carreras imparables con cortos descansos que ya me dejaron claro que tenía opciones de hacerme con él. Estando a unos veinte metros de distancia subió a la superficie y pude ver su tamaño. Al poco lo pude acercar a la orilla y en unos minutos entró en la sacadera. Dani alucinaba por lo que acababa de presenciar y yo por que sabía que acababa de conseguir lo que llevaba tantos años soñando, dos décadas de mucho sacrificio en busca de estos peces que no terminaban de dar frutos. Un matiz a tener en muy en cuenta es que momentos antes acababa de sacar un carponazo y que Dani sacó treinta metros después un bass a mosca de 1,8 kilos. Para terminar os informo que hoy mismo he estado en el mismo sítio y no hemos pescado prácticamente nada... La pesca es así. MARAVILLOSA
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